Las manos temblorosas de Elba sostienen un cartel: "salario digno". No está acostumbrada a protestar. Tampoco lo están su marido ni sus compañeros. Todos forman parte del grupo de gendarmes y familiares que ayer se manifestaron en Tucumán contra los descuentos salariales de entre el 40% y el 70% por la aplicación del decreto nacional 1307/12. En la vereda de la jefatura de la Región IV (Salta al 500) unas 200 personas expresaron su apoyo a las medidas de fuerza que se llevan adelante en Buenos Aires.
"Somos salteños y nos mudamos aquí. Mi esposo tiene 22 años de servicio. Cobraba cerca de $ 7.000, y ahora no llegará a los $ 4.000. Estamos desesperados. Esperamos que la ministra (de Defensa) Nilda Garré reflexione", instó la mujer.
Jóvenes subalternos se mezclaron con agentes que cuentan con más de 20 años en la fuerza. Héctor Rodríguez, principal encargado del Escuadrón, fue uno de los voceros. Afirmó que durante la mañana efectuaron un quite de colaboración. Explicó que consistió en no ejecutar los trabajos administrativos habituales, salvo mandatos judiciales urgentes o la custodia de detenidos. "Venimos a demostrar que estamos en la misma vereda. De ser necesaria una medida de fuerza mayor, estaremos con ellos", advirtió. Alfredo González, otro miembro de rango de la fuerza, ejemplificó la gravedad de que cobren sumas en negro. "Con 25 años de trabajo, cuando me jubile cobraré $ 1.500", se quejó.
"El temor es generalizado, porque la falta de claridad generó angustia", resumió Miguel Fernández.
Si el conflicto continúa hasta hoy, los agentes y sus allegados volverán a reunirse en el mismo lugar, desde las 13.